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MW-09398
TITULO_SERIE
SUBTITULO_SERIE
Conversaciones con los que hacen nuestro teatro
SINOPSIS_SERIE
Este ciclo tiene como propósito abrir el diálogo entre los creadores escénicos en activo del país con los estudiantes de artes escénicas. Mediante entrevistas dirigidas de acuerdo con la trayectoria de los dramaturgos, directores, productores y actores invitados; el público podrá reconocer su aportación al panorama teatral de México
EXTRACTO_SERIE
Convesaciones con quienes hacen teatro mexicano
SINOPSIS_PROGRAMA
Conversación con actrices sobre su decisión de dedicarse a la actuación, donde comparten experiencias en el encuentro Hablemos de actuación
EXTRACTO_PROGRAMA
Conversación con actrices sobre su decisión de dedicarse a la actuación, donde comparten experiencias en el encuentro Hablemos de actuación
N_PROGRAMA
6
N_TOTAL_PROGRAMAS
8
DURACION_TOTAL
01:43:08:02
PARTICIPANTES
Karina Gidi, actriz. Carmen Mastache, actriz
SEMBLANZA_PARTICIPANTE
Bárbara Colio
Dramaturga y directora mexicana.
Autora de Pequeñas Certezas, Cuerdas, Usted está aquí, Carnada, El día más violento, Casi Transilvania, entre varias más. Su teatro ha sido merecedor de varios premios nacionales e internacionales. Considerada una de las autoras mexicanas más representadas en el extranjero. Su compañía BarCoDrama se dedica a desarrollar y producir proyectos de impulso al teatro mexicano contemporáneo, como lo es, Descorche.
Karina Gidi
Actriz de teatro, cine y televisión. Nominada en tres ocasiones al Ariel como Mejor Actriz , ganadora dos veces del Mayahuel a la Mejor Actuación Femenina en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara por Demasiado amor en el 2001 y por Tercera Llamada en el 2013, ha participado en más de 25 obras de teatro entre las que destacan La voz humana, El tiempo se detiene, Rock ‘n’ Roll, Una luna para los malnacidos e Incendios, por la cual en 2011 recibió el premio a la Mejor Actriz otorgado por la ACPT, y con la que se presentó en el Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá, Colombia, en el Festival Mirada, de Santos, Brasil, en el Kennedy Center de Washington, E.U. y en el Festival Internacional de Teatro de Sibiu, Rumania. En el año 2000 incursiona en la dramaturgia y escribe Instrucciones para volar con José Antonio Cordero, obra con la que viajó al Fringe Festival of Edmonton y con la que se presentó en la Muestra Nacional de Teatro del 2001. En Televisión ha protagonizado las series Fonda Susilla y Estado de Gracia para Canal Once. En cine destaca su trabajo en Demasiado Amor de Ernesto Rimoch, Abel, de Diego Luna, con la que participó en el Sundance Film Festival, y en el Festival de Cannes, entre otros. En el 2012 participó en Colosio, el asesinato de Carlos Bolado, protagonizó La Guerra de Manuela Jankovic de Diana Cardozo y Tercera Llamada de Francisco Franco. Ese mismo año ganó como Mejor Actriz en el Festival Short Shorts por su trabajo en La Habitación, cortometraje de Raúl Sebastián Quintanilla.
Este año filmó Los Adioses de Natalia Beristáin sobre la vida de Rosario Castellanos.
En 2013 diseña el taller Actuación Emocionante para actores profesionales.
Carmen Mastache.
Actriz-cantante, es egresada del Colegio de Literatura Dramática y Teatro (UNAM) en la especialidad de Dramaturgia. Ha participado en más de cincuenta obras de teatro como actriz, entre las que destacan “Noche Arabe” de Roland Schimelfennning, “El puente de piedras” de Daniel Danis, “El regreso al desierto” de Bernard Marie Koltés, “Frida al viento” escrita y dir. Damián Cordero, “El diván” concepto y dirección Michel Didym, “El diván” concepto y dirección Michel Didym.
Se ha presentado en diversas salas del país y del extranjero. Inició su carrera profesional en el ámbito de la música y la danza. Fue integrante del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro de 2008 a 2014. (“Misericordia” “El día más violento” “Zoot-Suit” “Egmont¨)
Tiene estudios en la metodología de voz Royhart y es Maestra Designada en la Metodología de Voz Linklater. Docente en el Colegio de Teatro de FFyL, UNAM desde 2007 y en la Escuela Nacional de Arte Teatral, INBA desde 2014. Los últimos montajes en los que ha participado son: “Los grandes muertos” de Luisa Josefina Hernández, dir. José Caballero producción CNT y “Contracciones” de Mike Bartlet, dir. Alejandro Velis producción INBA.
TIPO_ACTIVIDAD
DISCIPLINA
PALABRAS_CLAVE
Artes escénicas | Artista escénico | Conferencia | Creación artística | Director de teatro | Entrevista | Teatro | Teatro contemporáneo | Teatro nacional
TRANSCRIPCION
Y bienvenidos allá todos los que nos ven a través de streaming del centro nacional de las artes pues estamos muy contentos porque este es nuestro sexto descorche y bueno cuando yo anuncié nuestras invitadas en el programa pasado, hubo gritos, suspiros, expresiones de emoción, porque en este descorche vamos a hablar de actuación y para ello tenemos a dos de las estupendas actrices que pueblan nuestros escenarios. Con nosotros hoy, Karina Gini y Carmen Mastache. Bienvenidas, chicas. Muchas gracias. Cuéntenme, tú eres de Veracruz, Karina, y tú eres acá del DF Carmen. De Jalapa, Veracruz. De Jalapa. Chilanguita, o se de Mexa ahora. O se de Mexa. Muy bien, muy bien. Y bueno, o sea, ¿de dónde acá? Yo sé que antes ustedes dos estuvieron un poco coqueteando con otras carreras y de pronto teatro. ¿Por qué? ¿Cómo llegaron al teatro? Yo tenía la opción de dedicarme a la música o a la danza, pero de alguna manera siempre estuve ligada al universo de las humanidades. Y creo que un poco la vida me fue diciendo, es esto, es esto, es esto, y por eso creo que acabé en el teatro. ¿A qué jugaban de niñas? ¿A el teatro? O sea, ¿lo tenías un poco claro desde pequeña o no? Pues, conscientemente no, porque yo pensaba que todos los niños jugaban a hacer obras de teatro. para mí era nada más un juego y ya mi mamá dice que cuando cambié de decisión a la mera hora porque yo sabía que a mi papá no le iba a causar ninguna gracia que yo fuera actriz entonces como que ese deseo lo mandé muy para atrás en mi cabeza y estaban otras cosas antes entre ellas la literatura que sí es un arte que mi papá consideraba como más digno de dedicarse a él no sé entonces cuando siento en el cuerpo una especie de angustia antes de irme a estudiar letras pienso, no es letras lo que quiero como que el cuerpo me está jalando para eso que yo había tomado hasta entonces como un juego, como un pasatiempo mi mamá dice que le pareció que tenía todo el sentido porque desde que era yo un cacahuate de este tamaño estoy jugando a la ficción Sin embargo, creo que tu primera opción era estudiar filosofía y letras, ¿correcto? Y volanteaste en el último momento y dijiste, creo que no. Casi estaba con un pie en el ADO para irme a Puebla a estudiar. Ya había hecho el examen en la UDLA, en la Universidad de las Américas. Tenía, de hecho, media beca aprobada para estudiar en esa universidad. Y ya estaba inscrita, ya me había ido a ver dónde iba a vivir y todo. cuando estaba a punto de irme, fue que algo ahí, un golpe de intuición al que, a Dios gracias, le hice caso. Y entonces fui a la oficina de mi papá a decirle. ¿Qué crees? ¿Qué crees? Y entonces, pues ya. Eso, esa parte siempre es importante, ¿no? O sea, las familias, bueno, ya nos has contado un poco, ¿no? Tu papá no veía muy bien el asunto, supongo que ahora lo ve maravilloso. Y tomó un par de años que empezar a hacer cosas como, ¿Y cuándo vas a venir a Jalapeja? Porque las secretarias me están preguntando que cuándo vienes para ver si te tomas una foto con ellas. ¿Tu familia estuvo de acuerdo, Carmen? Absolutamente, aquí están. Voy a ver la cara. Aquí están mis padres, siempre han estado. Creo que mis padres son consumidores de arte en general y eso es algo que se vivió y se respiró en mi familia. Entonces, de alguna manera se entendió que yo me definiera finalmente hacia el teatro. Mis dos hermanas no se definieron hacia las artes, pero sí está en el universo de las humanidades y mi hermana menor finalmente se definió en segunda carrera en la música. Entonces, en mi caso, creo que si bien mis papás no son gente ligada al arte como profesión, sí son consumidores de arte y es algo que determinó mi infancia muchísimo. Yo jugaba la aventura, Bárbara. Yo veía cada sábado a mis primos del lado materno y éramos una banda como de 10 o 15 y empezábamos a generar posibilidades de fantasía y pasábamos horas, ese es mi recuerdo, horas inventándonos y ahora esto, y ahora esto, y ahora esto, y ahora esto. y yo creo que eso potencializó muchísimo yo lo llamo esa masa existencial en la humanidad que es la fantasía no solamente la ficción, pero sí la fantasía ¿y en la carrera cómo se mantenían? ¿les ayudaban o trabajaban por su cuenta? ¿cómo le hicieron? en mi caso me apoyaron absoluta y rotundamente señores, muy bien muchas gracias en tu caso Karina, porque aparte tú o sea, te mudaste de ciudad sí, me mudé muy chiquita, bueno, a los 18 me vine para acá de Jalapa y mi papá aunque estaba asustado y estaba nervioso de la decisión que había yo tomado me apoyó todo el tiempo hasta que un día yo le dije ya papá gracias, ya de aquí en adelante puedo puedo hacerlo solo ¿no? nunca hubo una duda ni un regateo con eso de su parte aunque para mí sí fue un acto de rebeldía de alguna forma estudiar actuación, dedicarme sí, sí significó son muy pegadas a su familia las dos ¿cierto? o tengo esa impresión que hablan de ella pero no solamente aquí, o sea siempre que las he escuchado exacto, su familia está presente y además, bueno que eso hablaremos después, ustedes son madres también de una linda familia cada una, pero Eso lo hablaremos después. Ahora, las dos, encontré, ahora que estaba leyendo mucho de ustedes y tal, sabía que iba a conversar con ustedes, encontré muchos puntos de coincidencia entre las dos. Las dos de pronto hacen, vamos, muchas cosas dentro del teatro. Han escrito, has escrito tus propios espectáculos, una obra, de pronto también producen, actúan, ahora en un documental, la música, Carmen, contigo también ha sido un factor muy importante. Hacen muchas cosas. ¿Cómo a esa edad, a los 18, 19, 20, saber que les gustaba el teatro era una cosa? Pero ¿cómo saber que de todo el teatro que es tan amplio, actuación era lo bueno? Piensen todo lo que quieran yo aquí. Mira, yo no tenía claro que iba a ser actriz, la verdad. yo entro al colegio de teatro sobre todo porque había paneado con ayuda de mi madre las escuelas, la oferta de escuelas que había en el DF y yo ya tenía cierto nivel a nivel de danza, cierto nivel a nivel de música entonces el CUT no era opción el núcleo de estudios teatrales que en ese momento estaba tampoco fue opción pero la posibilidad de salir egresada como licenciada del colegio de teatro es algo que me atrajo y la idea que yo tenía era escribir Era ser dramaturga. Pero una cosa es lo que uno planea y otra cosa es lo que va sucediendo. A la mitad de la carrera se da una serie de sucesos en los que yo me veo envuelta con gente que acaba de egresar. Creo que todo empezó porque me invitaron a una audición de la LLi, de la Liga Latinoamericana de Improvisación, que dirigía Esteban Roel que ahora se dedica al cine Karina estaba ahí, desde ahí nos conocemos de hecho y Esteban Roel que ahora se dedica al cine y migró a España y no sé qué, era el director de ese proyecto, los derechos se los había comprado doctor Bonilla y estaba haciendo audiciones y yo voy a dar allá a la mitad de la carrera y me quedo, yo iba acompañando en realidad la típica que va acompañando al otro se queda pues fui porque me convencieron mis amigos y ya, y estando ahí la pasamos muy chévere y me quedé pero de alguna manera creo que la liga funcionaba de vínculo, empezó a vincularme con muchísima más gente que no era nada más del colegio y también con personas que ya estaban en la plataforma de la oferta y la demanda del teatro y de ahí un día me habla un director todavía yo estudiando, me habla otro director y se empezó a dar pues una cadenita de acontecimientos en donde me confirmé como actriz finalmente dentro del colegio de teatro, de ser alumna de Héctor Mendoza dos años. Y pues ahí fue también clave, ¿no? Es decir, pasar por su ojo y verificar que había posibilidades, pues son cosas que van determinando. Y la dramaturgia, pues ahí quedó, acabé como dramaturga, me titulé como dramaturga, ciertamente, pero pues la vida fue acomodando todo. En una ocasión me fui a Montreal y dije, me voy a dedicar ahora a estudiar sax e idiomas y voy a vivir la experiencia de la música. Y sí, me puse a estudiar jazz y estuve un año clavada en el sax, tomé clases y me di cuenta que era absolutamente, para mí, absolutamente individual y solitario. Y en ese año me di cuenta que no, que era definitivamente teatro y definitivamente actuación. ¿Estuviste en la ENAP también, Karina, un poquito o no? ¿O quisiste entrar? Yo quería entrar al CUT. A mí me habían dicho que el CUT era la escuela a la que tenía que entrar. Pero cuando yo llegué de Jalapa, las inscripciones para el CUT ya se habían cerrado. Después vi que, muy afortunadamente, porque en esa época desnudaban a todos los alumnos en el propio diálogo. Si eso me hubiera ocurrido a mí, jalapeña, hija de abogado, tomo el autobús y me voy de regreso a Jalapa y ahorita tendría un kinder. No habría pasado nada de lo que ha pasado en estos últimos 25 años. Entonces, estaban cerradas las inscripciones, pero las del NET no, las del Núcleo de Estudios Teatrales. Y ahí es donde yo empiezo a estudiar. Que ya desapareció desde hace muchísimo tiempo. Ya las dos escuelas donde yo estudié ya no existen. El Núcleo de Estudios Teatrales, donde estudié con Raúl Quintanilla y con Pepe Caballón también. Estuvo Tavira, estuvo Raúl Quintanilla, también estuvo Rávago en algún momento. A mí me tocó Rávago también en algún momento. Y luego estuve... Ah, esto es en vivo, ¿verdad? Sí, y no hay cortes. Está perfecto, muy bien. Y no han tomado casi nada. ¿Se fijan cómo se han cuidado? Miren, no han tomado casi nada a las dos. Es que hebrado dos horas el programa. Aguanta, Mariana. Es que hay hijos en la noche, Bárbara. pero ya es una hora oficial para empezar a tomar, ya son las 7.20 y luego estudié en el Foro de la Rivera, que era la escuela de Ludwig Margules, a quien considero mi papá, artísticamente hablando ahora yo recuerdo haber visto, Karina un espectáculo que tú hiciste, escribiendo el texto junto a Cordero Instrucciones para volar antes habías hecho varias cosas, mi joven corazón idiota, creo que fue antes instrucciones para volar? Sí, fue antes. Instrucciones para volar fue antes de mi joven corazón idiota. Creo que hice libros para cocinar antes. Creo que hice Dolores a la Felicidad con David Olguín antes. Hiciste como más de una con David Olguín, ¿cierto? No, solamente esa. Ahora, ¿por qué este proyecto de hacer instrucciones para volar, que era un texto tuyo, lo dirigió Cordero y tú? O sea, de alguna manera fue un trabajo muy en mancuerna. Y también era una historia que tú querías contar. Recuerdo que era una historia amorosa, a distancia, muy entrañable. Y me acuerdo que la función que yo fui fueron tus hijas. Una solamente había nacido, la otra todavía no nacía. Ah, pues mira, yo vi dos. Ya desde entonces yo creo que venía mal. Ya venía la segunda. Pero no, tuve una visión. Yo tuve una visión que iba a la otra. No, pero bueno, me acuerdo que fue muy entrañable porque al final tu hija se te acerca y tal. Entonces viste la develación de placa. creo, que estaba Alberto Lovnitz y Diana Bracho de Belando. Yo creo que sí, yo creo que sí. Pero ¿por qué hacer este proyecto? ¿Cómo te nació también escribir? Que un poco lo que decía también Carmen, el ponerse a escribir un texto y luego actuarlo, ¿cómo fue que nació ese proyecto? Bueno, escribir es algo que traigo desde niña. Es algo que, y en la adolescencia escribí mucha poesía pésima, y desde niña escribo ficción en varios géneros, en varias presentaciones. pero ahí se juntaron muchas cosas yo estaba recién casada con el papá de mis hijas y fue una historia de amor muy peculiar y al mismo tiempo estaba una cosa muy terrenal que era que mi entonces esposo quería que nos fuéramos a vivir a Canadá y yo tenía un poquito de miedo de llegar a Canadá diciendo soy actriz así nada más y entonces pensé que podía llevarme un algo que dijera soy actriz y hago esto. Y entonces lo que hice fue hacer una especie de... Yo pienso que yo escribo teatro infantil para adultos, porque son personajes muy ingenuos, porque son situaciones muy dulces y muy sencillas y me considero... Cuando digo que soy dramaturga lo digo con minúsculas, porque sé que es un arte al que yo todavía no accedo, pero la vida es larga y linda, como dice la mamá de Vero Lange. Y generosa. Sí, entonces ya saldrá. Entonces me senté a escribir este texto y luego llegué con José Antonio Cordero, que entonces, hace mucho que no veo su trabajo, pero entonces me parecía un director muy volado, muy enloquecido en su cabeza. Y entonces yo pensé, este es el cómplice que yo necesito para la historia que quiero contar. Entonces le llevé el texto y le dije, termínalo conmigo. Y tú lo diriges y yo lo actúo. Y entonces eso fue lo que hicimos. Y creo, y entonces juntamos a Mariano Cosa, luego lo sustituyó Yurief Nieves. Y fue una experiencia, para mí es un antes y un después. Porque sí significó como tomar las riendas generales del producto, ponerme muy allí la línea. y además saber distinguir qué de la vida de uno puede servir para inspirar algo que sea digno de tener en un escenario. Ahora leí que has escrito otro texto también en colaboración con David Gaitán. Ah, sí. Pero ese no ha salido a la luz todavía. No, ese todavía no lo hemos montado, sí. Pero ahí está. Ahí está. O sea, lo podremos esperar en breve. Me encantaría, sí, porque es una comedia. Es una comedia con el toque de David Gaitán así clavado, ¿no? Ajá. Entonces, creo que puede quedar algo muy padre. Pues mira, no es que yo ande en todo, ¿verdad? Pero no pudimos encontrar tus textos, Karina, pero sí pude encontrar el texto de Carmen, que se llama Canapé de jícama. Y me gustaría leer un poco también para escuchar algo de lo que ha escrito Carmen. Esto fue hace nueve años, Carmen. Bueno, la obra se llama Canapé de Jicama. Solo voy a leer un pedacito. No me gusta mucho la vida. Así lo pienso. Vivo porque no hay de otra. Pero no me gusta. Me angustia. El único momento en el que la angustia se evapora un poco es cuando cocino. Me parece que los ingredientes que voy rebanando, rallando, cociendo, aderezando, soy muy bueno aderezando, realmente me salen bien. Cuando cocino, platico con los ingredientes conversan conmigo sin exigirme nada. No hablan desquiciadamente, ni escupen ideas frívolas. Están ahí, dispuestos, dóciles, esperando. No les queda de otra. Me queda claro que es un momento que se terminará. Es deprimente terminar un platillo. Si quedó sabroso o no, no me importa. ¿Qué tal, Carmen? Yo creo que sí deberían de dejar las dos salir a la escritora que llevan dentro. Sería como muy interesante también, ustedes que conocen también el latir de la escena, poder con palabras también contar sus propias historias, porque creo que además tienen muchas historias también que contar. ¿O no? Falta tiempo, creo. Si traemos tiempo. Yo coincido con Karina, creo que la vida te va diciendo, ¿no? También, no sé, en este momento yo tengo 42 años y digo, faltan por lo menos otros 40. A ver qué pasa, a ver qué pasa. Tengo la certeza de todo lo que he sido hasta ahorita y estoy olfateando posibilidades creativas. Y voy confiada, tanteando. Pero es cierto, es decir, la coordenada personal en la que yo estoy, de repente hay un atisbo de algo que se podría cristalizar escénicamente, pero no existe la posibilidad de concretarlo, ¿no? Deja tu montaje, producción, etc. Hablo de latir interno, ¿no? Entonces, yo confío, me queda muy claro que los procesos se dan por sí mismos y que es un ciclo la vida. O sea, por donde pasé hace 21 años probablemente me vaya a volver a tocar pasar, pero ya en otro momento de la espiral, ¿no? Y a ver qué pasa. Y ahora, en este momento de la espiral en el que están, para ustedes ahora, supongo, ustedes me lo dirán, es ser actriz, actuar, es una cosa ahora muy distinta a la que era hace 20 años. ¿Qué es para ustedes ahora en este momento, después de haber pisado todas estas tablas y el proceso que ha vivido cada una, a qué le podemos decir actuar, ser actriz? Bueno, yo voy pensando en voz alta porque si no lo programo demasiado Mira, creo que yo antes así lo debo decir yo actúa por una tremenda necesidad de reconocimiento por un tremendo narcisismo por un espíritu de altísima competitividad había una especie de furia, como de furor interno, una llama, una especie de... y de repente todo eso se satisfizó o cumplió lo que tenía que cumplirse. Y ahora creo que es una extraordinaria oportunidad de estudiar la humanidad. Creo que es una extraordinaria oportunidad de ponerte al servicio del otro. Que el otro pueda entenderse a sí mismo, quizá a través de lo que tú estás ofreciendo como experiencia escénica. Ahora pienso que... El público que está sentado. Sí, el público que está sentado, por supuesto. También, muy internamente, sí, yo sigo teniendo una conexión profundísima, decía hace rato, con la fantasía. Con esa posibilidad humana que no se ve, que no es tangible, pero que sin embargo ahí está. Ha estado desde siempre. Creo que una de las entradas es el teatro en mi caso. Creo que ya no tengo el furor de antes. Tengo muchísima más madurez. Así lo diría yo. Para mí actuar ahora es un privilegio, es una oportunidad. No podría decir que soy un artista del teatro, la verdad no. Pero sí creo que canalizo mi creatividad al 100%. y sí es también la posibilidad de comunicarme con el otro de maneras poderosísimas con el otro público, con el otro el que ve el cartel con el otro el que, es decir, es comunicarme y sin duda sí constato mi amor a la humanidad a través del teatro estudio al humano a través del teatro creo que ya no soy tan importante yo en mi necesidad de reconocimiento y en mi ego enorme. Sin duda ahí está, ¿eh? Pero si no, no tendría la fuerza para pararme en un escenario por haber venido hoy aquí. Pero sí creo que ya no es el motor. Ahora yo creo que me están moviendo cosas por ahí difíciles de describir, pero en un ámbito más profundo y de comunión con los demás. Para ti, Karina. Yo coincido con Carmen. Para mí siempre ha sido una forma de estudiar a los seres humanos y la relación que establecen consigo mismos, la relación que establecen con los demás. Y desde hace muchos años pienso que uno, a través de lo que hace, ayuda a educar emocionalmente al público. Le da herramientas al público para que pueda conocerse a sí mismo y desentrañar de alguna manera la relación que establece con los demás. Al punto que puede llegar a filtrar su propio pasado, la manera en que mira su pasado, la manera en que mira su presente. Yo creo que tengo 25 años dedicándome a algo que es muy poderoso. La cosa es que siento que he sido muy exigente, creo. ¿Contigo? ¿Con los otros? No, conmigo. Es decir, que cada trabajo que se me ha presentado en la última década y media, digamos, he querido hacerlo a unos niveles de de matiz y a unos niveles de escudriñamiento lo más profundo que se pueda lo más profundo que el texto me permita lo más complejo profundo y al límite que el director me dejé hacer que el propio texto en su naturaleza me permita y entonces en los últimos años creo que he explorado sobre todo entre que me han tocado y yo los he pedido personajes de una cierta complejidad y de una cierta tendencia a la administración del dolor y creo que hay algo de eso en donde no voy a decir que me excedí pero casi es la sensación que tengo es la sensación que tengo con mi cuerpo en este algo de lo que hablo en el taller que doy que es de actuación emocionante este diálogo que establece uno con uno mismo entre el cuerpo y la imagen entre la sensación física y la imagen mental hay algo en ese diálogo en donde yo siento también es que ya estoy grande o sea también la madura es un poco ¿no? el tema me siento llena de vida y me siento como decíamos hace rato, la vida es larga y a mí me quedan un par de vueltas de darle a un montón de cosas todavía pero sí siento el músculo un poco agotado o sea, sí siento una especie de cansancio siento que con los últimos personajes que he hecho llegué a un punto en el que no me puedo seguir en línea recta por allí, tengo que dar una curva para poder seguir creciendo y por eso el documental y por eso tomo un taller de clown Por eso me entrego al ejercicio y hago como buscando otros caminos. Porque creo que mi carrera no es una sucesión de personajes en donde yo sienta que qué fregona soy. Es un diálogo conmigo y es un diálogo con el público. Y lo que yo tengo que ofrecer tiene que enriquecerse. Entonces ahorita estoy en un momento, no diría de crisis, porque ya estoy encontrando caminos hacia donde moverme. Pero veo cómo se van estrenando las obras que yo he dejado pasar en el último año. Porque pienso, no, porque entonces estoy coleccionando personajes. Programas de mano. Programas de mano y estoy como palomeando. Aquí no hay un aprendizaje para mí. Aquí no hay nada nuevo que yo pueda aportarle al espectador. Aquí no hay crecimiento para mí. Entonces, déjala pasar, déjala pasar, déjala pasar, déjala pasar. Pero no sé si te estoy respondiendo. No, muy bien. Mencionaste hace rato de los límites a los que llega a donde el director te lleva, ¿no? Tú en alguna entrevista decías, no hace falta que los directores me lleven al límite, yo voy solita. Es eso que te digo, es una tendencia mía. Me llegó a pasar una vez, por ejemplo, en una filmación en la que estaba, que terminamos una escena y dijeron corte a comer. Y salimos al corte a comer y yo estaba todavía con una... No estaba en personaje, por supuesto que no. A mí eso siempre me parecía una payasada. Estaba uno cortar dónde está la ficción y no hay más que hacer, ¿no? Pero llegué al comedor de la filmación en la que estaba, todavía en ebullición en mi cabeza de lo que acababa de ocurrir. Y entonces hablaba con el asistente de dirección y le decía, claro, es que por eso esta mujer decidió esto y no lo otro, porque era incapaz de... Entonces en mi reflexión, el asistente se me queda mirando y dice, acaban los actores, los personajes se pueden sentar por allá lejitos la verdad es en la que te metes como su relación con el director ¿no? ¿cuál sería como la mayor virtud que podría tener un director para comunicarse con el actor para la creación de un personaje? Yo sí le demando varias virtudes al director. Sí, una es claridad. Una es algo de claridad. ¿Pedir las cosas claramente o a qué te refieres con claridad? Incluso en su confusión. Si dice, aquí en esta parte no sé cómo lo vamos a resolver. Como llegó, por ejemplo, Mauricio García Lozano con la pequeña habitación al final de la escalera. había muchas áreas nebulosas y desconocidas y fue fascinante porque las fuimos descubriendo juntos. También me doy cuenta que mientras hablen menos... Todos lo deseamos. Este es un aviso a la comunidad de directores teatrales. Que si van a hablar usen metáforas. La síntesis, eso tan bonito. La honra es que no rebasen el límite. Yo tuve que bajar una vez a un director así de la rayita para allá porque estamos trabajando. Que no se suban a moverte y hacer esas cosas que hacen. Que no te invadan. Que no te invadan físicamente, pero tampoco que no te invadan emocionalmente. Yo nunca me he sentido invadida emocionalmente. No me ha pasado. También he trabajado siempre con... No recuerdo una mala experiencia, pues. Creo que han sido todos directores de un gran corazón. He tenido muchísima suerte, he sido muy, muy afortunada. Y la otra es que me dejan colaborar, pues. Que me dejan proponer. Antes cometí el error de avisarles lo que iba a proponer, ahora nomás lo meto sin preguntar. Porque es un arma de doble filo. Luego si lo piensan dicen, no creo que yo. Pada madre, ¿para qué les pregunté? O sea, más vale pedir perdón que pedir permiso. Sí, cero, ni avisar. En una de esas ni se da cuenta. Ya filtraste por ahí tu parámetro. Y tú, Carmen, ¿qué virtudes tendría que tener un director para esta comunicación con el actor? Ay, no sé. La verdad es que nunca me lo había preguntado así. A ver, venga, venga, venga, venga. Tengo otra. Que le importe. ¿Le importe qué? Lo que está montando. Uy. Que le importe. Es que fíjate, eso es importante, porque parecería muy básico. Muy claro. Que se involucre o no, que le importe. Sí, yo creo que esa sería la más importante. Si yo veo un director que empieza a hacer su chamba o la obra en la que yo estoy involucrada, tal cual como chamba y no como una experiencia en donde le va la vida y él quiere expresar algo, entonces se articulan mecanismos de supervivencia en mi caso. Es decir, ok, tú estás haciendo esto por razones que no responden a una necesidad creativa o a un encuentro específico con nosotros o con el texto de Pérdis, ¿no? Entonces ahí sí, yo empiezo a sobrevivir. Es decir, sí, salen las herramientas. ¿Sale el oficio? Sí, o de qué forma ayudarle al otro a que se acomode y salga también de su marasmo, ¿no? Coinciden que la claridad es vital en un director. En general, me gustan mucho los directores que dialogan conmigo. Me gustan los directores que dan notas. A mí me fascina que me den notas. Sí hay un momento en que tengo que darles el alto y decirle aguántame, aguántame tantito. Deja que avance, deja que avance un poco. Hay algo que una vez dijo Martín Acosta en una conversación que yo tuve con él, que es bien bonito cuando un director te dice eso. Él dijo con mucho dolor, pero al mismo tiempo con mucha verdad. Dijo, el día del estreno, Carmen, es horrible. O algo así, lo estoy parafraseando. Sí, si de esto lo ve Martín, te estoy parafraseando, Martín. Él decía que el día del estreno es el momento en el que el actor, de alguna manera, ya es dueño absoluto de la experiencia. Y él decía, y esto es lo que más me llamó la atención, dice, un buen actor te traiciona como director. y es dolorosísimo como director que te traicione, pero es vital que lo haga. Entonces creo que por ahí va mi intuición de un buen director, es decir, es aquel que te deja, que una vez que se involucró contigo, que tuvimos el intercambio, que entre los dos creamos al personaje, el personaje tiene cosas de ella o de él y tiene cosas mías, deja que yo lo encarne. se resigna la desobediencia o esto que tan amorosamente llama Martín, traición. Es bien a su decisión de elegirte. Exacto, exacto. En una ocasión yo me topé con un director al que le pregunté, ¿por qué me elegiste para este personaje? Y el director se quedó pasmado y me dijo, y no supo qué decir. Para mí eso fue dificilísimo de sobrellevar, porque para mí era vital saber qué había visto él en mí para que yo acabara de construir lo que estaba en el texto. Necesitaba yo esa información para acabar de enamorarme del diálogo con él y que entonces apareciera la persona. Por ejemplo, ese tipo de cosas son las que a mí me han ayudado a decir, es vital que él me pueda explicar por qué soy yo la actriz que él necesita. Por ejemplo, ¿no? ¿No es una cuestión de qué decías, Karina? No, perdón, que a mí nunca me hubiera pasado por la cabeza hacer esa pregunta. Y no es una cuestión de ego, es una cuestión de cómo está esta conexión, personaje, historia. En mi caso, en el proceso en el que estábamos, yo necesitaba más información de parte de él para saber qué zonas necesitaba él que yo acabara de abrir para que llegáramos juntos al personaje que él vibraba. No solo a mi versión, porque yo puedo mandarlo a la goma y sobrevivimos. Me canso que sí sobrevivimos. Pero aquí yo necesitaba de él. A mí eso es lo que me fascina, el encuentro con los directores me fascina. Y cuando ya estrenamos y llegan y dan notas, yo en general las escucho, porque me parece muy interesante la posibilidad de seguir ese diálogo, aunque sea ya por mail, ¿no? Porque ya no ensayamos entre semana por WhatsApp. No, eso es más íntimo. A mí me gustaría que viéramos, vamos a ver un poco del trabajo de estas dos actrices. quisiéramos que viéramos un poquito del teatro de Karina. Y también quiero hacer un llamado, por favor, a estos programas que existían antes en que grababan las obras en video, que recuerdo que el Fonca los grababa, que se ha vuelto material valiosísimo. ¿Saben el trabajo que nos costó? Encontrar material en video de sus obras. Y es tan importante de pronto que se dice, ¡ay, que el teatro en video, chalala! Pero tener el registro de los pasos por escena de historias, directores y actores. Uno aprende tanto también al verlo que bueno, aprovecho el momento para que por favor vuelvan a esos programas de grabación de obras. Entonces, bueno, tenemos aquí un poquito de Karina en el teatro. Una sola, podías matarme. Todavía no sabes en qué desgracia se convertirá en nuestra felicidad. Ajá, tengo la sensación de que en el momento que dejes escapar las palabras que están a punto de salir de mi boca tú también morirás. No me preguntes por qué lloro No me preguntes nada, te lo suplico Imagina que no lloro Imagina que estoy como siempre, Guajá No me hagas preguntas, por favor Me voy a callar Me voy a callar, Guajá Así, prométeme que no digas nada, por favor Estoy cansada, por favor Acepta el silencio Me voy a callar, no digas nada No, no digas nada ¿Qué voy a hacer, Guajá? ¿Qué voy a hacer? No digas nada. No me consueles. No se des mis lágrimas. Ya nunca podré dormir. Camilo, entonces serás el verdugo. Y después, cuando te toques, serás de nuevo la víctima. ¿El cuchillo? Uno no sabe dónde clavar. Pero lo más difícil no es clavar el cuchillo, sino sacar. Yo soy como ustedes y busco a mi hijo que ellos me quitaron. Por eso me dejaron bajar. Y después dispararon, dispararon, dispararon. Y en un momento otro el autobús explotó. Explotó con todos los que estaban adentro. Hay verdades que no pueden ser reveladas si no son destruidas. Les preguntaba hace rato qué virtudes en las que tiene un director para comunicarse con los actores. ¿Ustedes qué virtudes creen que debe cultivar un actor, un aspirante a ser actor? ¿Qué virtudes debe cultivar para ser un buen compañero? Por ejemplo, este trabajo era realmente un trabajo de un equipo actoral, era una gran comunicación en los actores. ¿Qué virtudes debe cultivar un joven actor para estar en el escenario, para dar al otro público, compañero, historia, personaje? Pues también pienso muchas. En este equipo en particular hay una gran entrega y un gran respeto por el trabajo de los demás. Y un gran respeto por la burbuja que es la ficción. Sin querer volverlo una cosa solemne, sí no puedes tratarla como un trapo. O sea, sí es algo que es inflamable. Y en ese sentido había entre nosotros ocho siempre una gran valoración de eso y un gran respeto por eso. Ahora, para construir eso, pues se necesitan muchas cosas. Se necesita, yo pienso, una gran concentración, una capacidad de análisis afuera del escenario y una capacidad de entrega dentro del escenario. Se necesita saber matizar emociones del largo aliento. Se necesita un cuerpo habilitado para transmitir, sostener, invitar al otro. una capacidad de escucha, una imaginación fértil, una intuición sana, vigorosa, traviesa. Eso. Pues todo lo que ha dicho Karina, sin duda, yo agregaría, yo creo que la virtud de ser vulnerable. estar vulnerable al otro y hay algo que yo digo mucho cuando doy clases creo que es un concepto que acabé yo de darle forma y de inventar pero lo saqué de una anécdota estaba en la obra El Diván de Michelle Didim y la obra consistía en una serie de monólogos de 5 minutos que se presentaban 10 veces en una función de varios dramaturgos al mismo tiempo, entonces cada actor estaba en su diván con su propio espectador y le decía su monólogo, con un espectador por turno y le decía su monólogo. Entonces estábamos 20 actores en escena, pero en realidad entre los actores nunca interactuábamos porque el otro en escena era siempre el espectador en turno. Y en una ocasión, en un ensayo, propone Michelle Lidim y estaba Mauricio García Lozano también como director mexicano. la propuesta creo que vino de Michelle Lidim, que los actores le hiciéramos de espectadores de nuestros compañeros actores. Y Julieta Gurrola, yo no sé si ella se acuerda de esto, pero Julieta dijo, ¿qué hubo? Entre gitanos no nos leemos la mano. Y a mí se me quedó esa idea, entre gitanos no nos leemos la mano, pero sobre todo se me quedó ser gitano. ¿Qué es ser un gitano? ¿Cuál es la conducta de un gitano entre los gitanos? Y entonces hay toda una serie, creo, de posturas que yo asocio con lo que yo sé de los gitanos y con lo que yo sé del teatro. Y yo creo que una habilidad es ser gitano. Es decir, te respeto profundamente, pero no te voy a salvar si te estás ahogando. Dejo que te ahogues porque necesitamos que tú solo te salves. Y si tú solo te salvas y no te ahogas, empezamos a nadar juntas en el mar de la ficción. Entonces algo que yo digo mucho es, sé gitana. en buena lead y hay algo que también tienen los gitanos que es que cubren a su tribu se protegen entre ellos muchísimo pero entre ellos, eso no quiere decir que son buena onda no más porque sí, hay una postura hay una tensión, hay una lucha de fuerzas que hace que sucede el teatro yo sí soy muy buena onda no más porque sí ¿no? ¿no? eso Sí, yo lo explico así, no tiene que ver con echar mal la vibra, tiene que ver con respetar el proceso del otro. ¿Y qué vicios no debería de cultivar un actor? Creo que no puede ser perezoso. La diligencia es vital, la sinceridad es vital, la honestidad es vital. Salta Karina Gideorita y dice, yo sí soy buena onda a veces. Eso es honestidad, es vital, es vital. Creo que eso es algo que hay que rehuirle. Por eso digo que ser vulnerable es una opción, porque la tentación de esconderse es inevitable para sobrevivir. Inevitablemente, uno se tiene que esconder, pero en escena, déjate ser vulnerable, a ver qué pasa. Cuidar la atención en todos sus aspectos, porque la atención es la mamá de las emociones pujadas, es la mamá de todas las muletillas físicas y vocales que son odiosas, que entorpecen la emisión del mensaje, que entorpecen la generación de una emoción que sea digna de presentarse ante un espectador. Tener cuidado con todo lo que es autoimitativo, yo pienso también. pensando en que estamos hablándole ahorita a actores jóvenes o actores en proceso en formación tener cuidado con esas cosas si no parte de la relajación algo no está bien las emociones se producen por los pensamientos o por las sensaciones físicas o por el diálogo entre ambas si está la tensión en medio de eso lo único que hace es un gis y las emociones y los pensamientos tienen que ser nítidos, aún en la confusión del personaje. Yo sugeriría eso, cuidar con el cuerpo todo ruido que entorpezca y que a veces se usa como creyendo que eso enriquece o adorna el mensaje y en realidad lo empueca. No sé si me explico. Bien. Vamos a ver un poco ahora del teatro de Carmen Mastache. Emma, ¿qué pasa? Siéntate. ¿Cómo estás? Bien. ¿Y tú cómo estás? Muy bien. Bueno, hablé con Rodrigo y me contó que tú y él están teniendo tanto una relación romántica como sexual. ¿Es correcto? Sí, así es. bien, bueno me pregunto si podrías delinear de la historia y naturaleza de la relación bueno salimos a comer una vez y yo pensé en ese momento que todo lo que quería de él era sexo sin embargo más tarde se le informó a él que eso era todo lo que yo quería y por lo tanto se alejó pero hace alguna noche luego del trabajo fuimos a un bar Al barco en vez de así. Entonces, Rodrigo, ¿ya le contó esto? Me contó su versión de esto. Bueno. Nos emborrachamos. Bastante. Nos fuimos a mi casa. Donde tuvimos sexo. Hemos estado saliendo una semana. ¿Una semana? Sí Esperaron hasta ahora para informarnos Lo decidimos juntos Decidimos juntos, decírnoslo hasta ahora Después de una semana de trabajo Sí, ¿por qué? Porque queríamos estar seguros de la definición de la relación No queríamos que hubiera ninguna confusión Emma Pasa Siéntate. ¿Cómo estás? Bien. Qué bueno, qué bueno. Emma, sí. Quiero recordarte algo. Este es el contrato que firmaste cuando te incorporaste a la compañía. Ajá. ¿Perdón? Sí. ¿Lo leíste antes de firmarlo? Sí. Bien. Revisa la página 3, 10, párrafo 5. Bueno, comienza con... Ningún empleado, encargado de área o director... Ningún empleado, encargado de área o director, sí. Puedes leerlo, por favor. Puedes leerlo, me voy a contar, por favor. Para que podamos decirlo. Ningún empleado encargado de área o director de la compañía se involucrará con otro empleado encargado de área o director de la compañía en ningún tipo de relación, actividad o acto que sea totalmente, predominantemente o parcialmente de algún tipo que pudiera ser descrito como sexual o romántico, sin notificar a la compañía de dicha relación, actividad o acto. ¿Usted había aprovechar esta oportunidad para conversar conmigo de alguna otra cosa? Bien. Eso es todo entonces. Gracias. Ok. Bien. No iba a dejar que me enterraran viva. Pero después... Eso no me ha importado jamás. Tú eras el de las palabras de mí. Pero la que se disfrazaba toda tu noche para salir a pegar tu propaganda antiporfilista era yo. ¡Tú fuiste el primero en traicionarme! Te lo quería decir así, en la cara. Tú fuiste el primero y luego todos los demás. Hasta la puta muerte me traicionó también. Lo cierto es, Karina, Carmen, que si uno, el público y tal, ve su nombre en un cartel, la gente va a verlas. Voy a ver a la Gili, voy a ver a la Mastache. Y se arranca. Esto ha sido consecuencia, esto no es gratuito, es consecuencia de un trabajo desde muchísimos años y una presencia que han tenido en escena. ¿Qué tienen ustedes como actrices ganas de hacer? De los personajes que les pueden ofrecer, de las obras que les pueden ofrecer, ¿qué tienen así ganas de...? A mí ahorita me encantaría hacer tal personaje o hacer, no sé. Yo ya lo he dicho mucho últimamente, pero voy de nuevo. Comedio. Ok, gracias. pero algún personaje particular pero lo has hecho Karina, Tic Tac Boom era una comedia de Sabina Bermas sí, era una comedia y Neurastenia es lo último que ha hecho de comedia de esas pero eso fue hace ya unos cinco años hay un déficit hay un déficit y tú Carmen ay, qué buena pregunta Bárbara es que hay algo musical también, perdóname Sí, vas, vas, vas, vas. Mira, creo que yo tengo muchísimas ganas de tal vez echarme mi última vuelta en teatro físico. Es un desafío personal muy, muy contundente y me estoy preparando para eso. No sé qué personaje, no sé, no sé qué equipo. ¿Qué equipo? En teatro físico. Ah, lo vi. El día más violento, Bárbara. El día más violento de Bárbara Collio, dirección Mauricio Jiménez. Y fue un reencuentro. ¡Eh! Segunda vuelta. Segunda vuelta. Ya se están animando, muchachos. Sí, era un gran trabajo que hacías ahí, Carmen. Subías y bajabas, andamios, todo el montaje. Sí, creo que tengo ganas otra vez de jugar a la interdisciplina, es decir, encontrar otra vez ese lugar en el que está sucediendo la ficción, pero al mismo tiempo descansa y recae en la fisicalidad. Todavía no sé por dónde, lo que tengo claro es que tengo que preparar mi instrumento al 100% de ahora, en eso estoy. Estoy yo ahorita investigándome para ver dónde está mi 100% en términos de elasticidad, de fuerza, de flexibilidad, de resistencia, por supuesto no es lo que yo recuerdo de mis 20 años y de mis posibilidades de danza en los 20 años entonces estoy en eso, creo que tengo muchísimas ganas en un par de años a más tardar de volver a vivir la experiencia de teatro físico o de la interdisciplina, es decir, algo que suene y se mueva y esté en ficción no forzosamente teatro ortodoxo es lo único que puedo decir Y por otro lado, tengo un amor platónico, que ya no sé si me va a tocar o no, y lo acepto con humildad. La primera obra que leí, porque me la prestó mi madre y porque me parecía muy atractivo el título cuando yo tenía siete años, fue Casa de Muñecas. Entonces yo vivo un amor platónico hacia Nora, desde siempre. Y todo lo que Nora significa, y su última gran escena cuando le dice a Torvaldo, pues ahí te ves. Entonces ese es un deseo profundo, pero a lo mejor tiene que ser platónico. No lo sé. Vamos viendo. Bueno, Nora creo que es más joven que yo ya a estas alturas. Y Karina, ¿un personaje así tienes tan claro? O de capricho, así de gana. Pues supongo que habría que hacer Blanche en algún momento, ¿no? Sabía, ¿qué ibas a decir Blanche? No puedo ser. no sabía sin duda Karina claro, sin duda mira, así iba a decir yo, bueno y tú Blanche y ya estamos son grandes personajes femeninos ahora ustedes han tenido una carrera que van a mantener y ese es un punto al que quisiera hablar que ahora que nos están oyendo muchas nuevas generaciones y actores en formación que están aquí y nos están escuchando a través del internet. ¿Cómo han logrado, me imagino con prueba y error, pero cómo han logrado mantenerse? ¿Qué decisiones tomar? ¿Qué decisiones no tomar? ¿Cuándo decir sí? ¿Cuándo decir no? ¿Cómo mantenerse una línea de trabajo constante, pero también una línea de calidad? Pienso en esa palabra, por si de algún modo, muy particular, ¿cómo ha sido el tomar estas decisiones? Gracias pues para mí creo que ha sido con un deseo honesto de que en general, no sé si todas las veces, pero que en general lo que siga represente un avance, que lo que siga represente un crecimiento o algo donde yo sienta que puedo aportar me acuerdo por ejemplo cuando terminamos Incendios bueno, no es cierto en una de las primeras temporadas de Incendios porque estuvimos como 6 años en temporadas intermitentes cuando Hugo Arrevilleaga decide, porque es medio hermano astral de Wash Dimoahad el autor decide que va a montar bosques me habla y me pregunta si quiero hacer el personaje y yo leo la obra y pienso no hay nada que yo pueda aportar allí vengo de Incendios es el mismo dramaturgo huele a lo mismo aunque personalmente pienso que Incendios es superior a Bosques desde la dramaturgia es la misma voz es el mismo halo es el mismo director y casi es el mismo elenco y entonces yo siento que estoy que me volví menonita que voy a besar a mi primo Y entonces pienso, yo voy a sonar a lo mismo que en Nahual y no hay crecimiento para mí allí. Y entonces digo, si fuera Wajdi y fuera el mismo elenco, pero viniera un director chino, lo tomaría. Si fueras tú, Guarrebellaga, pero con un texto de Bárbara Colio, lo tomaría, aunque fuera el mismo elenco. ¿Sí me entiendes? Si hay variables y si no hay variables, entonces no por un ejercicio de, ah, esa escena me va a salir fabulosa, si hay que hacerla, sino lo que represente un crecimiento y un cambio, ¿no? Creo que es por ahí. Porque sí hay un interés en el diálogo que establece uno con el público. No es una cosa de autoconsumo, sino es la relación que estableces con el público y cómo va creciendo y cómo va madurando esa relación. Y ahora, ¿qué quiero decirles? Ahora, ¿qué puedo decirles? Por el otro lado, soy madre de dos y también hago de pronto telenovelas y también hago de pronto cosas con las que no comulgo, ¿no? Y de pronto estoy en un camper leyendo un texto que dice Ah, esa zorra solo te quiere por tu dinero y pienso, ah, esa madre. Bendita televisión que me da oportunidad de decirte esa poesía. Siempre le he querido decir. Siempre había querido decir esa zorra. Soy lo que quiere por tu dinero. Oye, es una gran línea. Yo también la quiero decir un día. Creo que es una buena línea. Hay que decirlo. A la gente, otra Carmen. Lo que vas a hacer conmigo, hazlo de una vez. Mañana mismo escribo una hora, sí. Ya se me antojó. Subtexto, viva en las vacaciones, la colegiatura pagada, el carro nuevo, los uniformes, etcétera, etcétera, etcétera. su texto para que salga con garra. Tus decisiones, Carmen. ¿Qué nos dices de esto? Pues abonaría a lo que ya dijo Karina. Lo que puedo agregar es cada tanto, y esto lo puedo decir ya ahora, creo que antes era más inconsciente que yo tenía este tipo de reacciones. Cada tanto creo que yo me recojo. Es decir, busco salirme de todo ese movimiento o de alguna vorágine en la que ya haya caído a nivel laboral. Y me alimento de otros universos que no tienen nada que ver con el teatro. Sin duda la familia es un lugar fantástico y toda la red de universos que jala estar criando dos niños. Pero también cultivo mucho la relación con mi familia extendida, no solo con mis padres, sino también con mis primos, con mis tíos. Viajo a la familia política, todo eso a mí me recicla. Y me mantiene entonces en constante movimiento interno, más allá del teatro, para no perder contacto con aquello que sigue siendo la vida y que no responde a las leyes ni del gremio ni de la escena, que son leyes por ahí relacionadas pero distintas. Creo que eso es algo que también yo he hecho para poder tomar decisiones cabales y entonces poder decir sí, porque sin duda se tiene que hablar del abuso de las corporaciones en sus empleados o no, porque aunque me muero de ganas por hacer ese personaje, no voy a tener la energía ni el corazón para pasar por una medea. Definitivamente no quiero pasar por una medea. Supiste de eso. Ah, qué bueno, bueno. Trascendió entonces. pero yo fui muy honesta, y tal cual dije, ahorita ni de chiste me voy a plantear el arquetipo de Medea. Eso fue muy interesante, ¿no? Una actriz que acaba de tener a su segundo hijo le ofrecen hacer Medea y dices no puedo en este momento matar a mis hijos. Pues no quería, es decir, más bien, no quería transitar por ahí, no quería prestar mi instrumento y todo el límite al que puede llegar mi interpretación para ello. Y también es una forma de tenerle respeto al personaje, que es Mi respeto a Medea, porque viene desde siglos viajando, ahí viene Medea viajando y seguirá viajando cuando yo me muera, es respetar a Medea por un lado, pero también respetar al equipo, porque yo conozco mis alcances y no valía la pena generar un cruce y una intersección que iba a generar desgaste para ambos lados, o en donde yo iba a tener que pagar la factura teniendo que luego, pues no sé, dormir muchas horas para recuperarme o ir a terapia o pagar tiempo creo que es también importante ahí está la honestidad, decir este es un personajazo pero tengo que dejarlo pasar. No coincide con tu momento de vida, ¿no? Estas son decisiones sabias también que se logran en la madurez, volviendo a lo que habían dicho antes. Yo quisiera hablar ahora también de algo que tiene que ver mucho con la actuación, que es de actuación, claro, pero despegarnos un poquito del teatro y hablar un poco, Karina, de tu participación en cine. De hecho, bueno, ha logrado también ya tanta importancia que a partir de este año eres miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Ya me pueden hablar de usted. Licenciada. Felicidades. Licenciada Yidi. entre tus películas están Colosio, Cuatro Lunas, Abel, Demasiado Amor, Tercera Llamada, La Guerra de Manuela Yankovic, que esa todavía no ha salido todavía, ¿cierto? Salió ya, solo que se movió en circuitos muy discretos es una película como de esas que llaman de autor, entonces ha estado en festivales y estuvo en Cineteca ¿Es la quiso Natalia? No, esa es Los Adioses sobre Rosario Castellanos esa la hicimos apenas en abril de este año así no ha salido. Muy bien, ¿y te has llevado algunos premios también con el cine? Me he llevado algunos premios, me he llevado más nominaciones. Muy bien. Podemos ver algo de Karina en cine. ¿Saben qué? No es cierto que mi vida sea de novela. Las novelas mienten. Y mi vida sí es de puritita verdad. Yo no podría ser un personaje de novela porque no soy alta, ni flaca. No tengo las piernas largas, ni los pechos chiquitos y duritos, ni los ojos azules, ni el pelo güero, como todas las heroínas de los libros y las películas. ¿Qué no se fija cómo la miran? Nomás con que lo sienta, iba a ver que le van a llover los galanes. En su vida una mujer puede querer a muchos hombres muchas veces Pero solo puede amar a un hombre una vez Abel Abel Abel mi amor ¿Qué le pasó a la tele? Abel, duérmete otro ratito. Todavía es muy temprano. Abel, ¿en qué queramos? La mano no, mi amor. ¿Me das la pluma? ¿Me la puedes dar? Mira, mira, la pluma, por favor, Abel Mira lo que te hiciste Dame la pluma, por favor ¿Tu problema es, Paul? Te dije que le lavaras los tenis a Paul y mira nomás ¿Tú no quieres que haga yo? Es lo único que te pedí, Selene Abel, dame esa pluma, ya Quítate esos tenis ¿Qué pasa, Paul? Paul, no estoy jugando No le voy a ir al montón de platos, ¿eh? ¡Bárame la pinche, no! ¡Me voy a tomar, no! Yo sola no puedo, Selena, y ahora menos. Vas a tener que echarme más la mano. No soy tu sirvienta. ¿Ves que te acabó lo que te di ayer? ¡Selene! ¡Desayúnase bien! ¡Allá hay huevo! ¡Bien, lo pinche huevo! Julia, yo sé que me escuchas Si decides no regresar Yo lo entiendo Y te pido una disculpa Soy muy torpe No se tratarán los demás Pero tú entiendes lo que estaba buscando, porque estamos buscando lo mismo. No es que tú no lo tengas. Yo no te lo supe pedir. Entonces, enójate conmigo. No te enojes con el teatro. Ese es tu lugar. Todos buscamos algo que sea más grande que nosotros. A lo mejor no lo encontramos. Pero nosotras tenemos la fortuna de dedicarnos cada noche a inventarlo. Yo todavía no encuentro otra razón para levantarme por las mañanas. Y tú tampoco. A mí me encantan las coinciden como la constelación que se va haciendo con los invitados de Descorche porque aquí vemos como un segundo que aparece Julieta Egorrola Julieta ya estuvo acá Tercera Llamada, ahora estás tú y nuestro próximo Descortes Adelanto va a ser con Francisco Franco que es el director de Tercera Llamada, que es una película que habla del teatro ¿Qué te lleva como actriz, Karina? ¿Qué te lleva del teatro al cine? ¿Qué te lleva del cine al teatro? ¿Qué aprendizaje? No sé Buena pregunta, no sé. Ya es que ya llevamos más de media botella también. Es que no sé. ¿Por qué me la dices ahorita y no cuando estaba yo? Es a propósito. Bueno, el teatro es la mamá de los pollitos. Eso es así. El teatro es... Yo pienso que quien empieza por el teatro tiene muchas cosas ganadas. Hay muchas diferencias entre la forma de trabajar, entre el cine y el teatro. Pero si bien es el teatro, entonces el cine lo puedes estructurar muchísimo mejor. Y no a la inversa. No creo que sea tan fácil para un actor de cine jalarse para el teatro. Franco, por ejemplo, requería de una cantidad de repeticiones para una misma secuencia. que parecía ilegal. O sea, en algún país eso debe ser ilegal. Querer hacer 40 repeticiones de una misma secuencia, 40 tomas. ¿Por qué? Porque estábamos en un escenario. La película se trata de un montaje que está en caos. Entonces él quiere ver una discusión entre la directora y el escenógrafo y lo quiere ver desde las piernas, lo quiere ver en medium close-up, lo quiere ver en close-up, lo quiere ver en una toma muy abierta, lo quiere ver desde la cabina. Y eso significa que Mauricio García Lozano, que hacía del escenógrafo, y yo tenemos que hacer la escena una y otra vez, y una y otra vez, y una y otra vez. De pronto Mauricio decía, ¿de verdad? ¿De nuevo? ¿Otra vez? Y sí, ¿de verdad? ¿De nuevo? ¿Otra vez? Hay un músculo que da el teatro para la capacidad de la repetición que hay actores de cine que no lo aguantan. Hay actores de cine que no pueden con eso. que dicen yo te doy dos tomas de esto o te doy tres entonces no hablemos de 40 no hablemos de 25 y no es que lo estés haciendo mal, es que el director lo quiere ver desde muchos ángulos diferentes y hay que estar en el mismo nivel de energía y esa es una herramienta o ese es un, no sé cómo llamarlo es un músculo que te ayuda a desarrollar el teatro que te ejercita en el teatro ahora, en tercera llamada tu papel Karina era precisamente el de la directora de esta obra, tú eras ahí la la directora del teatro, que para llevar a tu personaje a cierto nivel te la llevas a un rastro. Te llevas a todos los... O sea, montas a Ricardo Blume a tu camioneta. O sea, ¿qué onda, Karina? Y te lo llevas al pobre hombre y a la actriz y a todos a un rastro a ver unas vacas ensangrentadas para que entiendan el personaje. Y no aguantan nada. O sea, me chillaron. Sí, yo también dije, y no aguantan nada. Nada más se pasearon ahí y ya, ¿no? Una agarradita de sangre. O sea, no se agarraron al muslo muerto ni nada. Pero bueno, esas prácticas de los directores, ¿a ti te parecen como actriz viable? ¿Que realmente funcionan? A mí no me han tocado. ¿No te han llevado el rastro? No, me han llevado el rastro. No me ha tocado. No sé si es un poco porque soy entregada y me gusta explorar. eso de la cita que encontraste es de verdad, no es choro, es de verdad. No necesito que me digan, pero llega más allá. Soy miedosa, eso sí es sin duda, pues, pero soy deseosa también de cruzar ese miedo porque sé que la verdadera verdad de las cosas está del otro lado de ese temor. Y ese es un deseo personal. No es que lo haga así de forma audacia la primera, pero sí busco llegar allá. Y no sé si es por eso o porque no me han tocado directores que tengan esa necesidad. Más bien han sido suaves y más bien han sido de mucha nutrición. Entonces te dan música, te dan libros, te dan referencias fílmicas para que tú a partir de eso... Construyas. Ajá, se esponje el instrumento y entonces elijas con qué de todo eso te agarras. No me ha tocado que me lleven para allá. Y yo, como maestra, por ejemplo, soy incapaz de meterme con la vida personal. Absolutamente incapaz. En mis talleres eso no se toca. El que quiera volcarlo es muy bienvenido. Y yo veré cómo lo recibo de una forma amorosa y cuidadosa. Pero esa es cocina de cada quien. Entonces, no me ha tocado que me pongan en... En ese tipo de situaciones. No, en ese tipo de situaciones. Pero ahorita me estoy acordando de una cosa que hizo el marrano. ¿Quién es el marrano? Marco Antonio Silva. coreógrafo ¿por qué supieron inmediatamente quién es? porque así se le llama pero ya las nuevas generaciones no lo conocen tanto pero no es peyorativo él sabe que se le dice el marrano él le llamaba a sus bailarines los marranitos también es muy llevado pero es un gran tipo es de una disciplina es un todoterreno en el teatro y este trabajábamos una vez en Mi Joven Corazón Idiota, justamente que dirigió también Hugo Arrivillaga, y había una escena en la que mi personaje, bueno, eran largas, muy largas tiradas, y entonces él, pero creo que es de una naturaleza diferente, bueno, igual le voy a contar, ya empecé. En esa escena el personaje está teniendo como una especie de desdoblamiento, narrando una violación, y entonces él me dice, aquí lo que vas a hacer es las primeras dos frases, dices como si tuvieras un punching bag enfrente y luego como si te dieran un golpe y te caes al piso y luego te vuelves a levantar y vuelves a darle al punching bag y te vuelven a golpear y te vuelves a caer al piso y así hasta que acabe el monólogo y era una tirada muy larga y yo me acuerdo que lo hice y acabé sudando y lo hicimos así como por tres días y después de eso yo estaba temblaba, o sea el cuerpo no me daba más y yo no estaba tampoco entendiendo bien la dinámica que él me estaba pidiendo Pero luego hay cosas que a través del cuerpo se van entendiendo, entonces yo las hacía. Y ya para el tercer día me dijo, te has vuelto una actriz, esto fue hace muchos años, me dijo, te has vuelto una actriz, no sé si me dijo famosilla o reconocida o alguna cosa así. y me dice, no lo vamos a hacer así. Nada más quería yo saber si estabas dispuesta. Y yo, cámara, pues ¿con quién me confundes? Claro que estaba dispuesta. Pero entonces él me quiso llevar a un lugar, pero creo que era más bien como para tener la confirmación de que estaba yo ahí verdaderamente al pie del cañón para hacer las cosas. Era un texto muy difícil de Ana Heating, mi joven corazón idiota. Hice un texto muy, muy difícil, pero yo me acuerdo que vi esa obra y no me acuerdo absolutamente de nada más, más que de ti. Guau, muchas gracias. Sí, yo dije, ay, esta muchacha vale. Espérenme un momentito. Te vemos muy lenta con el video. Sí, no, no. Ahí voy, compañeras, ahí voy, ahí voy. Ya se están colocando, mi vida. Es que arranqué a las seis de la mañana, entonces. Oye Carmen, y bueno Este es un poco el proyecto de Karina En cine, que ya próximamente vamos a ver Entonces el estreno de Los Adioses De Natalia Beristain Pero tú también perteneciste a un proyecto Muy importante de teatro aquí en México Que es la Compañía Nacional de Teatro Estuviste ahí yo creo que unos, ¿qué? ¿Seis años? ¿Aprox? Seis años dentro de la Compañía Nacional Donde hiciste un buen número de obras La Compañía Nacional es un proyecto teatral que no tiene igual en todo el país. No sé si en Latinoamérica haya algo parecido, no me atrevería a asegurarlo. Pero tú que estuviste ahí, ¿qué recuperas de tu paso por la Compañía Nacional? ¿Qué recomendarías si hay alguien, alguno que nos escucha, que le interesaría entrar como actor a la planta de la Compañía Nacional? Yo creo que, como dices, es un proyecto importante hasta donde yo sé, incluso a nivel mundial no hay compañías tan largas, tan grandes es decir, con tantísimos actores estables creo que incluso a nivel mundial es una cosa muy importante lo que está pasando y se está logrando en México en ese sentido creo que es un proyecto referencial para el teatro en México y es una experiencia que vale la pena vivir, vale la pena pasar y transitar por ahí. En mi caso, pues me tocó de todo estando en la CNT, me tocó hacer personajes de Soy la esquina que va pasando por allá atrás. Sí, Árbol 6, es decir, me acuerdo una que salía así bajando y desaparecía junto con otras 6 compañeras allá al fondo del teatro de la ciudad y nos daba un ataque de risa, ¿no? Pero bueno, pasé por ahí, también tuve la oportunidad de ser personajes protagónicos o personajes de apoyo también. Pude viajar muchísimo. Creo que establecí vínculos muy poderosos con colegas entrañabilísimos, para siempre entrañables. Creo que aprendí en el intercambio de humano a humano que se da pues a toparte con seres de la misma especie y cuando digo de la misma especie pues gitanos, sí, me refiero a que están en el mismo nivel de vibración que tú en la escena y que cuando dan tercera llamada están dispuestos, están dispuestos a cruzar a la ficción con todo eso es muy emocionante, se dice más fácil de lo que es describirlo y sentirlo. Sin duda en la CNT yo me topé con seres de la misma especie y creo que el filtro tremendo por el cual tienen que pasar los que espían a la CNT tiene que ver con eso. Se está buscando un perfil muy específico, un tipo de actor que vibra de alguna manera así en la escena. En ese sentido es padrísimo porque se intercambia información a mil por hora con colegas de generaciones anteriores a la mía, de generaciones posteriores a la mía, con síntesis teatrales muy distintas también. La compañía por su nivel de producción y demanda de tiempo absoluto para ella pues genera un estilo de vida. Es un centro gravitacional muy poderoso. Y así como te atrae y tienes que darle todo, también te da a cambio, también creces a cambio y vives cuestiones que hasta la fecha yo sigo destilando material e información de la cantidad de cosas que se movieron. Tienes la oportunidad de trabajar con un fin de directores también. Sí, y de moverte en el mundo, no solo en México, de moverte también en el mundo. Entonces yo creo que es un proyecto por el cual vale mucho la pena transitar y pasar. Tal vez hay quienes nacen para quedarse ahí, hay quienes nacen para transitarlo, nada más. Tú decidiste ya no estar, ¿cierto? Yo sé, Carmen, que tú no tienes Facebook ni estás en redes sociales, estás absolutamente desconectada, pero no sé si te enteraste que cuando decidiste ya no estar en la compañía nacional, en redes sociales se generó, bueno, hasta memes hicieron, de aguas, ya andas suelta la mastache. de que de alguna manera la comunidad sintió que ya te habíamos recuperado, porque de alguna manera también todos los actores que están en la compañía nacional, pues no se tiene acceso a ellos para otro tipo de montajes si no son con la compañía. Entonces, bienvenida al mundo de afuera. Muchas gracias, muchas gracias. Ya llevo un par de años acá, así que estoy contenta. Bueno, hay algo que también las dos coinciden, Karina y Carmen, y que me parece fundamental, vital, importantísimo mencionarlo, que cada una ha desarrollado en base a su experiencia, a su paso por la escena, a lo que son. Digamos un método, un tipo, han encontrado como el vértice de dónde tomar la enseñanza en la actuación. Karina, el 14 de septiembre empiezas en el Liceo Milán un taller que lo das una vez al año aproximadamente que se llama Actuación Emocionante. ¿Desde qué vértice, desde qué punto, cómo has tejido este taller? Como dices, un poco a partir de mi experiencia y de lo que me he dado cuenta por invitaciones de colegas a platicar con sus alumnos, invitaciones de colegas a platicar con sus compañías o dudas espontáneas que me llegan por inbox o por whatsapp o por… de lo que ellos imaginan o piensan que es mi trabajo y que les gustaría explorar ellos en su propia persona, en su propia carne. Entonces, un poco a partir de eso, pienso en las cosas que yo, que tuve grandes maestros y que les rehuía la enseñanza durante muchos años por sentir que era un territorio solo para los iluminados. Cuando pasé esa frontera y pienso que la enseñanza es un asunto de dos vías y que más bien se trata de compartir, tú llegas a un punto en el que compartes lo que sabes, lo que has vivido, lo que has aprendido, lo que te gusta, y el otro llega a un punto en el que se encuentra contigo con un deseo de explorar y de aprender eso. Entonces, una vez que quito el estatus de en medio, que ya no tengo que sentirme una iluminada para poder enseñar, Entonces me siento relajada y me siento en confianza y siento que sí tengo muchas cosas que compartir. Y se ha generado a partir de eso una expectativa bonita de este encuentro, porque es para actores profesionales, no es para actores que comienzan, es para actores ya hechos. Muchos actores que tienen muchos más años de experiencia que yo van al taller como para renovarse, como para sacudirse. El actor emocionante para mí es un actor que tiene una vibración interna muy grande, que tiene una capacidad de volumen emocional grande, que es un ente inteligente, analítico, entregado, respetuoso y que ocupa cada célula en la generación de los pensamientos que van a detonar las emociones y las acciones. Entonces, si quieres ir a hacer clown, pues no te conviene tomar mi taller. Si quieres ver cómo hacer televisión, tal vez no te conviene tomar mi taller. Es más para actores de teatro. Sí, creo que sí. Y que tengan experiencia. Aunque creo, como me han tocado muchos actores de televisión, que van a tomar el taller. ¿Haces audición, Karina? No. No, pero sí les pido a la gente que organiza el taller y que se encarga como de ver que no se rebase el límite de participar. ¿Cuántos? Pues son 16, pero ahora ya me dijeron que me hicieron 18. Bueno. Dos más. Siempre hay un nivel de deserción por trabajo o por cosas. Entonces creo que sí vamos a cerrar con 16. Es un trabajo intenso, pero es un trabajo muy amoroso, muy respetuoso también. Entonces creo que la pasamos bien, aprendemos mucho y nos interesa estudiar la actuación. A mí me interesa, me gusta, disfruto, salivo cuando se trata de hablar de actuación, cuando se trata de reflexionar sobre eso, de hablar sobre eso, de pensar en eso y de ver qué es lo que sigue. Lo estoy diciendo y estoy sintiendo... Ya padre, porque ya va a empezar la próxima semana. O sea que ya está lleno. Ya está lleno, sí. Bueno, pero nos enteraremos de otros. De un siguiente, claro. De un siguiente. Sí, y aquí era una lástima que este programa fue antes del taller, que te lo comentaba por teléfono, porque nos hubiera encantado ir a espiar un poquito. Ah, sí. Pero pues ya, no pudimos. Ahí para la otra. ¿Por qué no? Bienvenida. Pero sí pudimos ir a espiar una clase tuya, Carmen, que también luego de ver esto me interesa preguntarte ¿por qué el método Linklater? ¿Eres maestra designada del método Linklater? Nada más contésteme una cosa, ¿cuántas maestras designadas hay en México? Somos cuatro ahorita, Indira Pensado, Tania González, Jeber Aiza y yo. Para dar como un pequeño marco de qué estamos hablando, tomo esto del libro de la libertad de la voz natural, el método Linklater, que le escribió nuestro amigo Antonio Campo Guzmán, aquí le mandamos un saludo, si no sé desde dónde estén. Un poco habla de esto, dice, Los actores han de entrenar cuerpos sensibles e integrados, no musculosos y controlados. La comunicación expresiva reclama del actor un cuarteto en eficaz equilibrio. Emoción, intelecto, cuerpo y voz. Antes de escucharte, vamos a ver lo que espiamos en una clase de Carmen Matache, en la Escuela Nacional de Arte Teatral, en un ejercicio de calentamiento de voz. Gracias. Un nuevo tono, un nuevo compañero, una nueva inspiración. Y luego del rezo de Carlos Nicolás. ¿Sí? ¿Pro? ¡Vamos! Mi familia ... La vida es un hombre Y es el Museo de la Voz. Empiezas a caminar por los pasillos del museo. Tal vez tomas un navegador. Tal vez hay poca gente. Detecta qué hora del día es. Y hay una sala que empieza a llamar especialmente tu atención. Y descubres que en el fondo de esa sala hay un cuadro especialmente atractivo. Y cuando te acercas, descubres que se llama mi voz hoy. Observa cómo está hecho ese cuadro. Qué colores tiene. A qué estilo o corriente pertenece. Observa, descubre todo detalle. Permite que tu imaginación te regale todo lo que necesites para esta visualización. Abre los ojos y diga en la primera oja lo que acabas de ver. Importante que encuentres tu propio espacio, no te claves en los ojos de los demás. Claro que no te quedamos súper amargados de esto. Procura cuidar tu mente, que no se distraiga con tu asamblea. Permítete que la experiencia sea ideadora. Empieza a cerrar la experiencia, a perlizar, a detallar un minuto más. y ahora te levantas y vas a una nueva sala tal vez en el segundo piso tal vez en el sótano tal vez está allí en ese espacio abierto eso lo decides tú Hay algo que a mí me llamó mucho la atención De haber estado en una parte En tu clase Que de verdad había Alegría O sea, había de verdad, había un gusto O sea, a mí me daban unas ganas De ahorita me quito los zapatos Y me voy a hacer los ejercicios Ya, porque aparte déjenme decirles Que cuando llegué Todos eran así como que horrible, y al final no sé cómo era un coro perfecto. O sea, se escuchaba en una evolución, simplemente un ejercicio de voz bien conducido. Entonces, me congratulo mucho de esto, porque creo que es algo de lo que hay que hablar, de lo que se ha hablado como mucho últimamente en las redes sociales por eventos desafortunados, ¿no? de, ¿se puede enseñar teatro con alegría, con respeto, con gusto, con integridad? ¿Están de acuerdo? ¿Desde dónde, Carmen? ¿Por qué el método Lindleiter y esta dinámica? Bueno, retomando lo que acabas de decir, yo creo que si no estás alegre y con gusto, es imposible que enseñes. Lo que pasa es un encuentro desafortunado, pero no se da el intercambio. No hay enseñanza mutua, además. Yo empiezo a dar clases por un accidente. Vino a México Cosana Luca, una de las fundadoras del Roy Hart Theater, y yo tomé un curso con ella, y fue un curso muy afortunado, y algunos nos quedamos prendados de la metodología Roy Hart, que es una forma de desarrollo vocal. Y ella nos condicionó su enseñanza y nos dijo, yo solo te enseño si te comprometes tú a enseñar aquí en México y a generar la síntesis mexicana de lo que yo te enseño. Y yo dije, sí, si ese es el requisito, va, ¿por qué no? Lo puedo hacer, adelante. Para nada en mi proyecto de vida laboral estaba la idea de ser profesora. Pero esta provocación de Cosana, pues de alguna manera me lanzó hacia la enseñanza y específicamente hacia la enseñanza vocal. Para mi sorpresa, descubro un espacio y un ámbito para el cual tenía facilidad, y yo no lo sabía, que reverberó en mí profundamente. Me acuerdo de salir de mis primeras clases con colegas a los cuales yo les llevaba yo creo que dos años, cuando mucho, y salía estremecida, un estremecimiento muy diferente al de la actuación, pero así de intenso. Y sentí con total contundencia que era un servicio de adeveras, que era un compromiso de uno a uno con el otro. Y que estaba teniendo la extraordinaria oportunidad de aprender también. Porque los alumnos, a través de la asimilación de lo que tú vienes a sugerir y a ofrecer, empiezan a dimensionarte todo lo que sabes y todo lo que todavía no sabes. Aprendes al enseñar, aprendes. Sí, y también verificas qué es lo que sabes. Entonces dices, ok, tengo que ponerme a estudiar ya, esto, otro. Y bueno, hay un evento muy afortunado y es obligado de decir que es la creación del CEU VOS, que actualmente dirige Luisa Huertas, acaba de cumplir 10 años, ese centro de estudios para el uso de la voz, y Luisa Huertas lúcidamente convoca a varios maestros que nos dedicábamos a enseñar específicamente voz para actores, a reuniones, y en una de esas reuniones viene Antonio Campo y nos da un curso de Linklater, y de ahí algunos nos prendamos ahora de esa metodología, y para nuestra sorpresa Antonio Campo, que radica en Boston, es de origen colombiano, y aprendió el Linklater en inglés, se compromete con nosotros y nos enseña esa forma de desarrollar la libertad de tu propia voz. Se llama Freeing the Natural Voice, el libro de Christine Linklater, la creadora, y es liberando tu voz natural, es decir, la que tú tienes y de ahí haz lo que quieras con eso. Ese sería el principio. Tuve la oportunidad de prepararme durante seis años, mismos que coincidieron con mis seis años en la CNT. Entonces todo lo que yo iba asimilando como alumna de Antonio... Lo ibas poniendo en práctica. Iba entrando inevitablemente a mi práctica, entonces pude ir comprobando la eficacia del método. Al mismo tiempo nos estaban formando como maestros, lo cual es un punto aparte. Es decir, una cosa es que yo asimile de información y me doy cuenta que funciona muy bien como actriz, sin duda. Y otra muy distinta es desarrollar la capacidad de pasar... específicamente esta forma de vivir la voz. Y para eso viví un entrenamiento muy contundente. En 2012 hice mi audición vía internet a Nueva York para poder acceder al curso de profesores que hace Christine Linklater cada tanto, porque solo ella te puede certificar mientras esté viva como maestra de su método. Y digo mientras esté viva porque ya es una mujer octogenaria y está llena de fuerza, pero vamos a ver qué pasa en la comunidad de Linklater cuando ya no esté. Muy generosa porque este libro, ella lo dice, no es solamente la traducción de mi método, sino también es como la traslación al español de todo y permite que Antonio lo firme. Claro. Entonces es una mujer generosa. Karina, generosidad, amor, alegría al enseñar actuación. ¿Es posible? Es necesario. Sí, para mí se ha convertido en un placer que no sabía que podía tener. Cuando te digo rompo esta barrera de pensar que tengo que ser un ser muy iluminado, muy superior para poder enseñar, cuando me relajo de eso y pienso solo hay que compartir amorosa y generosamente lo que uno sabe y esperar que el otro, y ayudar al otro a que encuentre en sus propios términos su cocina y empoderar su cocina y esponjar su cocina. Y un poco lo que yo pienso es que mientras más pronto deje uno de imitar a otros, más rápido encuentra al artista que va a ser uno, a su propia voz, su propia manera de hacer las cosas, porque pues no hay nadie como tú, Nadie, nadie, nadie. Con tu historia, con tu voz, con tu instrumento, con tu cuerpo, con tu tendencia a pensar de una manera o de la otra con tu camino. Y entonces empoderar eso y ponerlo al servicio de la actuación es un placer. Y en esa medida no hay riesgo, no hay error, porque no es que mi manera, sino es cómo mi manera opera en ti y a dónde podemos llevarla. Y casi siempre me han tocado alumnos que lo que tienen es un amor profundo por la actuación. Y entonces lo que tienen es un deseo de expansión, un deseo de crecimiento, un deseo de aprendizaje. Y ahí nos encontramos porque la actuación es una cosa muy importante para mí. Entonces sí, hay muchísimo gozo, muchísimo disfrute y mucho cariño. Ahí es una cosa muy amorosa, es un intercambio muy amoroso. Cariño de ti para el estudiante que imagino se devuelve también de alguna forma. Acaba siendo devuelta también. Viene devuelta. Karina, Carmen, ¿qué es México para ustedes? Su país, ¿qué es este país en el que vivimos, en el que trabajan, en el que tienen su familia? Pues voy yo, Karina. México es el lugar donde yo vivo el lugar México es todos mis alumnos con los que me rifo cada semana a cada hora mis alumnos son México México es la educación íntima que le estoy dando a mis dos hijos México también es la constante negociación que me he hecho diario con mi pareja eso es para mí es un misterio teniendo todo teniendo en la mano pues los hilos de la belleza, los hilos de la generosidad, los hilos de la construcción, los hilos del avance y no el vanarlos. A mí me siento muy contenta de ser mexicana y creo que hay muchas cosas de las cuales sentirse orgullosa y contenta de ser mexicana. pero de unos años para acá es una herida abierta, constantemente sangrando. Y es un motivo de muchísima frustración y de muchísima indignación y de mucho miedo y de un deseo de esperanza más construido a partir de añorar un optimismo. Pues aquí vivo y tengo aquí mis hijas y aquí está mi familia y mis amigos y mi corazón. a mí me dan ganas de tirar patadas la verdad Carmen, Karina pues les quiero agradecer muchísimo todos los regalos que nos han hecho en el escenario al público que finalmente todos somos público hagamos lo que hagamos, todos hemos estado ahí de espectadores en la butaca muchas gracias por todos esos regalos que nos han dado Yo particularmente como autora siento que he tenido la gran fortuna de haber visto la construcción que han hecho de dos de mis personajes. Y esa es la confirmación de por qué uno sigue haciendo esto y de por qué uno sigue también en este país, en México. gracias por ser mexicana y gracias también porque México también son ustedes y también son un motivo de orgullo para todos nosotros gracias gracias por estar aquí, gracias a todos ustedes por habernos acompañado a los que nos vieron allá y bueno, hay suspiros aquí en la sala y cómo no, cómo no ha sido una gran velada la que hemos tenido con Karin y con Carmen grandes cosas que nos han regalado esto fue Descorche salud chicas Salud chula, gracias. .
SISTEMA
ATSC
DOCUMENTO_DIGITALIZADO
Sí
FECHA_AUTORIZACION
07/09/2016
FECHA_INGRESO_ENTREGA
11/03/2017
CODIGO_BARRAS_LTO
BWF480
BARRA
Difusión
TEMPORADA
1
CONDUCTOR
Bárbara Colio: dramaturga y directora teatral
TEMA_CONTENIDO
Conversaciones sobre teatro
FECHA_GRABACION
07/09/2016
LOCACION
CLASIFICACION
A
IDIOMA_ORIGINAL
Español
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REALIZACION
Alejandro Cortés Méndez
PRODUCCION
María del Socorro López Arenas
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